Lavarse las manos de forma frecuente es una acción subestimada, considerada la mayoría de las veces como innecesaria o irrelevante. Sin embargo, las enfermedades que se transmiten a través de las manos sucias son más de doscientos, ente las que se encuentran:
Infecciones respiratorias como la gripe común y la gripe A, neumonía, bronquiolitis, tosferina y el resfriado común. Enfermedades de transmisión feco-oral como el cólera, la diarrea, la fiebre aftosa, la hepatitis A y E, la disentería, la giardiasis y la fiebre tifoidea. Otras como la gastroenteritis, gastritis y salmonelosis, así como alergias y afecciones de la piel, infecciones oculares como conjuntivitis, el Síndrome Urémico Hemolítico, mononucleosis, neumococo, enfermedad mano-pie-boca, oxiurasis (lombrices intestinales), por hablar de algunas.
Por tal motivo, es fundamental adoptar la práctica del lavado y la desinfección permanente de las manos, luego de realizar actividades cotidianas como ir al baño, manipular alimentos crudos, toser o estornudar, tocar heridas, acariciar animales, cambiar pañales, estar en contacto con tierra o tocar muebles en espacios públicos.
Recuerda que estos son los siete momentos importantes para lavarse las manos: